LA BÚSQUEDA DE EMPLEO COMO UN VIAJE
La búsqueda de empleo como un viaje
Después de 10 años de experiencia como
Orientadora Laboral me atrevería a decir
que en el 70% de los casos la gente que inicia un proceso de búsqueda de empleo
no sabe por dónde empezar, ya que es una
tarea que requiere organización, precisión, insistencia a lo largo del proceso
y buenas herramientas. Así que desde mi pequeño margen de actuación en la organización
LABORA, invito a la gente que acude a las sesiones de herramientas de búsqueda
de empleo a comparar dicha búsqueda con
la planificación de un viaje, donde
debemos plantearnos tres cuestiones básicas:
1. HACIA
DÓNDE VOY: en este punto debemos establecer unos objetivos, sin destino definido
no hay viento favorable y sin rumbo difícilmente llegamos al puerto deseado. La
agenda de búsqueda es una herramienta necesaria
para establecer un objetivo organizado controlando cada paso y decisión. Esto
reforzará la motivación y seguridad en lo que hacemos.
2. QUÉ TRANSPORTE VAMOS A UTILIZAR: dependiendo del destino, es decir de
nuestros objetivos utilizaremos un medio para llegar u otro/s (portales de
empleo, redes sociales contactos, servicios públicos, autocandidaturas…). En este sentido cabe
puntualizar que no accedemos del mismo modo a según qué ofertas.
3.
QUÉ EQUIPAJE ME LLEVO: en función
del objetivo nos llenaremos la maleta de unas herramientas u otras de igual
forma que meteríamos una ropa o calzado diferentes en función del destino de un
viaje haciendo un pequeño estudio de mercado. El currículum cada vez debe estar más
personalizado a la oferta, en unos casos interesará que sea funcional,
en otros cronológico inverso, en algunas ocasiones destacaremos unas
competencias o habilidades, en ciertas candidaturas será recomendable carta de
presentación, en otras no. Y es que de nada o poco nos sirven unos finos
tacones para realizar una ruta de montaña.
Y en la línea de estos puntos les lanzo en
último lugar ésta pequeña reflexión:
Estamos habituados a planificar nuestro tiempo de ocio: viajes, despedidas, rutas, eventos familiares y otros menesteres, sin dejar al azar el resultado de todas estas actividades porque no queremos que ningún imprevisto
estropee nuestro evento. ¿Por qué no lo hacemos en el proceso de búsqueda que resulta
una tarea más difícil? ¿a caso no nos iría mejor si nos organizáramos?
El hecho de establecer un plan además tiene un
aditivo y es evaluar el resultado, siendo la evaluación el punto de reflexión
para no volver a cometer los mismos errores en la siguiente candidatura.
Por ello la planificación, el control y seguimiento
de nuestros pasos en la búsqueda será nuestro pasaporte al empleo.
Hasta la próxima.
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